El 10 de noviembre de 1983, mediante el Decreto Ejecutivo N.º 15025-C durante el gobierno de Luis Alberto Monge, Sarchí fue oficialmente declarada Cuna de la Artesanía Nacional. Este reconocimiento plasma lo que sus propios habitantes ya sabían: Sarchí y su gente son sinónimo de artesanía.
Caminar por las calles de Sarchí es sumergirse en una paleta de colores y tradición: talleres, casas y jardines decorados con pintura sarchiseña, reflejo de una cultura artesanal viva.
Los artesanos de Sarch han construido un saber de talla, pintura y ebanistería que se hereda de padres a hijos. Se distinguen tres tipos de creatividad: la artesanía funcional, la ebanistería de lujo y los souvenirs, todos sostenidos por una fuerte identidad comunitaria.
En la década de 1890, se diseñó la primera línea de muebles en serie —destacando las “sillas Sarchí”— también se instaló el primer taller de carretas. A comienzos de 1900, esos mismos visionarios introdujeron la innovadora rueda de 16 cuñas, perfeccionada para adaptarse al clima, marcando un hito en la evolución de la carreta típica.
Los artesanos de Sarchí no solo fabrican objetos: transmiten técnicas, valores y visión comunitaria. La cooperación familiar y el relevo generacional garantizan que este oficio perdure. Con más de 200 talleres y fábricas pequeñas, forman parte esencial de la economía local
En Coopearsa reconocemos el valor de este legado y nos sentimos orgullosos de colaborar con la comunidad sarchiseña. Apoyamos su sostenibilidad mediante la difusión de actividades, la promoción de productos y talleres, y la visibilidad de su trabajo como eje de identidad nacional.
Te invitamos a disfrutar de esta riqueza: visitar Sarchí, conocer sus talleres, escuchar sus historias y llevar contigo un pedazo de cultura hecha a mano —porque estar en Sarchí es conectar con lo auténtico, lo bello y lo nuestro.